Descubre los pros y los contras de las uñas postizas antes de elegir tu manicura

Las uñas se han convertido en un complemento imprescindible del look de muchas mujeres. Pero además de lucir un color bonito o incluso un nail art original, muchas optan por las uñas postizas. Es la manera de llevar una manicura impecable, con unas uñas fuertes, sin marcas ni estrías, y con la longitud que desees. Descubre las diferencias entre las uñas acrílicas y las de gel.

Las uñas acrílicas y de gel están de moda porque permiten lucir manicuras impecables. Blanca Suárez, Rosalía, Rihanna, Kylie Jenner, Blake Lively… son algunas de las celebrities que lucen uñas larguísimas, puntiagudas o cuadradas, gracias a las uñas postizas. Quizás tú también te estés planteando alguna de esas opciones para conseguir unas uñas más largas y resistentes. No es raro que en algunos momentos tengamos las uñas más débiles y que se rompan fácilmente. La genética, la mala alimentación o el abuso de determinados esmaltes pueden favorecer las uñas quebradizas. Y en esos casos, o simplemente porque quieres lucir unas uñas más largas y una manicura perfecta para momentos puntuales, como las fiestas de Navidad o una boda, la solución son las uñas postizas. Y dentro de ellas las más utilizadas son las uñas acrílicas o de gel. Aunque el resultado es similar, son dos tratamientos diferentes, así que antes de elegir uno u otro, te vamos a contar en qué consisten.

¿CÓMO SON LAS UÑAS ACRÍLICAS?

Para crear las uñas acrílicas, según nos explica Elena Comes, directora de Le Petit Salon, se usa un polímero en polvo y un líquido especial, que al combinarlos forman una masa resistente, como si fuera plástico duro. «Para adherirlo a la uña natural, primero hay que limarla lo suficiente y así la volvemos porosa, después se aplica un producto que nos permite conseguir un pH ácido en la uña». El resultado es unas uñas fuertes y gruesa, aunque con los riesgos toxicos de la aplicación del polímero, para la clienta y la especialista al mismo tiempo.

Es conveniente retocar cada 15-20 días (según el crecimiento de tu uña natural) para mantenerlas, y podrían durarte hasta 6 meses. Con esta técnica puedes conseguir una uña como tú quieras, larga, más corta, cuadrada, redondeada, puntiaguda, y por supuesto, encima admite cualquier esmalte y técnica de nail art. 

Es importante que sepas que deberás acudir al salón para retirarlas, no lo intentes hacer tú sola en casa, porque dañarás tu uña natural. Y si se te rompe alguna, tendrás que volver a hacerla de nuevo. Elena Comes nos advierte de que «su uso excesivo debilita la uña natural«. 

¿Y LAS UÑAS DE GEL?

Nos cuenta que en las uñas de gel «se trata de ir aplicando con un pincel un gel directamente en la uña y secarlo en lámpara led hasta crear una capa firme y resistente». De esta manera conseguirás que tu uña esté más fuerte, sin estrías o asimetrías. Igual que en el caso de las uñas acrílicas, las de gel solo se puede retirar en el salón de belleza. Las uñas de gel, su duración es algo menor. Igual que en la acrílicas, cada 3-4 semanas (según el crecimiento de tu uña) hay que retocarlas. Una de las ventajas de las uñas de gel es que suelen quedar más naturales que las acrílicas y con mucho brillo. Con un grosor de uña más cerca de la natural. En el caso de Bonitta, buscaron productos 7 y 9 Free, libres de tóxicos para el mayor cuidado de tu salud de sus especialistas.