Esta es la historia de amor entre una mujer poco (o nada) creyente en cuestiones de belleza y una innovadora prebase de maquillaje

Ya hemos hablado de lo valiosas que son las historia de belleza que nos cuentan las mujeres que nos rodean. Pero hay algunas de esas historias que es justo y necesario convertir en artículo solo por el mero hecho de quién es su narradora. Me explico. Cuando te cuenta su experiencia con un producto o tratamiento una persona poco o nada creyente en cuestiones beauty –que solo utiliza desmaquillador, crema hidratante y una barra de labios roja y que duda de si el sérum debe ponerse antes o después de la hidratante–, todo cambia y adquiere aún mayor relevancia. Digamos que si esa mujer te dice que una crema le está gustando, eso prácticamente va a misa. Así de exagerado y así de rotundo. No en vano, cuando te interesan poco (o nada) los cosméticos y de repente uno hace que te conviertas a la religión beauty, hay que hablar de ello.

Eso es precisamente lo que le ha ocurrido a una amiga –cuyo perfil he trazado al principio de este artículo– con una prebase de maquillaje de Origins. Concretamente con Original Skin Pore Perfecting Cooling Primer. «De verdad Ana, no puedo dejar de usarla. Es que me deja la piel súper bonita y lisita, sin imperfecciones. Es una sensación que nunca había experimentado antes», me cuenta convencida para referirse a este nuevo producto de esta firma de americana. Y es que esta prebase no es una prebase cualquiera. Porque puede que ella no lo sepa, pero esta crema en textura mousse que no aporta color pero unifica al máximo el tono de piel –sí, después de escuchar su review yo también la he probado– está inspirada en un truco de toda la vida del que ya hemos hablado en otras ocasiones. Entre otros motivos porque es un truco que practicaba Paul Newman y que hoy replican otras tantas féminas que amamos como Vanessa Paradis y Kate Moss y que consiste en utilizar un hielo recién salido del congelador para masajear la piel y, por tanto, estimular la circulación sanguínea, minimizar el tamaño de los poros y reducir la inflamación de la piel.

De ahí que esta mousse tenga efecto frío sin necesidad de tener que guardarla en la nevera ya que su innovador envase consigue mantener ese efecto hielo. Efecto hielo cuyo poder para mejorar la calidad de la piel ha reconocido Origins y que se agradece, y mucho, cuando te maquillas a primera hora de la mañana y tienes la piel aún inflamada. Aunque puntualizamos: no tienes por qué usar base de maquillaje después de esta prebase. De hecho, esa amiga de la que hablo se ve la piel tan bonita después de usarla que no suele recurrir a la base (como mucho a una BB Cream). Yo sí que uso fondo de maquillaje después y he notado que ayuda también a mantenerlo intacto durante todo el día. Pero en ambos casos hay algo en lo que hemos coincidido las dos: su poder para conseguir algo que casi todas las mujeres deseamos: minimizar el tamaño de los poros y suavizarlos. Y otra cosa más. Al margen de todas las bondades de efecto inmediato que tiene esta crema, desde Origins prometen resultados a largo plazo gracias a su fórmula a base de plantas como el Willowherb de Canadá para aportar luminosidad, Pink Rock Rose para calmar la piel y algas para nutrirla.

Prebase de Origins

© CORTESÍA DE ORIGINAL

Prebases de maquillaje o cómo tener la piel bonita (y sin imperfecciones)

fuente: vogue.es

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