EL INGREDIENTE SECRETO DE BELLEZA (COREANA) QUE TU ROSTRO ESTABA ESPERANDO.

 

Con la promesa inminente de tres meses de sol, días infinitos y ocio despreocupado, ha llegado el momento de invocar nuestros pensamientos veraniegos más chispeantes: ¡biquinis!, ¡chapuzón! y… ¡sandía! Porque no hay mayor signo del buen tiempo que esta jugosa fruta tan amiga de pícnics y humeantes barbacoas al aire libre. Y no solo es deliciosa sino además muy beneficiosa para tu piel, ya que es rica en antioxidantes y licopenos que combaten la acción de los radicales libres.

No es de extrañar por tanto que haya sido nombrada la “fruta favorita de Corea” según revela Sarah Lee, cofundadora de la tienda online de cosmética coreana Glow Recipe, en el número de junio de Vogue USA. En su casa, cuenta, era habitual preparar remedios caseros a base de sandía para calmar las rojeces causadas por el calor, el acné o las quemaduras solares (“mi madre solía machacar sandía helada y me la ponía a modo de mascarilla refrescante”, dice Lee). Y ahora, inspirándose en aquellas recetas DIY y junto a su socia Christine Chang, han lanzado una mascarilla de su propia marca: Watermelon Glow Sleeping Mask, un facial nocturno en textura gel que aporta un extra de brillo y actúa a la vez de hidratatante y exfoliante. Compartimos abajo otras de sus ideas sobre cómo transformar la sandía sobrante de tu fiesta dominguera en el jardín en un ritual beauty en solitario y en tu propia casa.

Mascarilla casera a base de cáscara de sandía, por Glow Recipe

Paso 1: Corta la sandía en rodajas y después en porciones, creando trozos triangulares de 5 cm de ancho.
Paso 2: Quita toda la pulpa hasta que solo dejes un pequeña capa de ella sobre la corteza (puedes prepararla en dados para comértelos cuándo quieras).
Paso 3: Guarda la cáscara en el congelador al menos 10 minutos.
Paso 4: Usa un rebanador para cortar la cáscara en hojas finas como de papel y aplícalas directamente sobre la piel irritada hasta que vayan perdiendo el frescor.

Bruma casera a base de cáscara de sandía, por Glow Recipe

Paso 1: Corta la sandía en rodajas y después en porciones, creando trozos triangulares de 5 cm de ancho.
Paso 2: Quita toda la pulpa hasta que solo dejes un pequeña capa de ella sobre la corteza (puedes prepararla en dados para comértelos cuándo quieras).
Paso 3: Guarda las cáscaras en el congelador al menos 10 minutos.
Paso 4: Ralla la cáscara en hilos finos y machácala en un colador para extraer el jugo.
Paso 5: Vierte el líquido en un frasco con spray y pulveriza sobre la piel irritada.

 

Fuente: https://goo.gl/SlXevA

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