ZAPATO BLANCO: UNA RECONCILIACIÓN NECESARIA -Trends- Soy tu moda

Hay veces en las que pasarela y street style se ponen de acuerdo para quitarnos pájaros de la cabeza. Lo hicieron el pasado septiembre al sentenciar, con Balenciaga a la cabeza, que el rosa y el rojo forman un tandem perfecto, sin patadas en el ojo ni dichos populares de por medio; pero también, combinaciones explosivas aparte, se coronaron diciendo al mundo que qué tontería era esa de tener miedo a los zapatos blancos. Que fuera prejuicios y que a jugar.

Los vimos por miles y en todas sus versiones: a pie de asfalto, en los siempre acertados looks de Caroline Issa; en front row gracias a Alexa Chung y, sobre la pasarela, de la mano de Prabal Gurung, Off-White, Isabel Marant, Marni y hasta Dior. Se combinan con las muchas formas del vaquero que nos trae 2017, con pantalones culotte, mini faldas en silueta A y faldas midi fluidas, deshaciéndose por fin de la etiqueta (y maldición) que se le ha puesto en las últimas décadas. ¿La culpa? De las Essex Girls, “una tribu urbana de origen londinense asociada a la belleza vulgar. Chicas que se caracterizan por la abundancia de maquillaje, melenas rubias muy artificiales y [¡sorpresa!] zapatos blancos”, cuenta a Harper’s Bazaar Sandra Bravo, investigadora de Sociología de moda y tendencias en ISEM Fashion Business School.

Desde entonces, cruz y raya. Pero hubo un tiempo en el que su fama fue mejor. En los años sesenta, el calzado blanco se puso de moda a raíz de la obsesión, también en la industria textil, con el espacio. Se ansiaba el futuro más liberador y las botas de este color acompañaron las minifaldas de Mary Quant y los uniformes más geométricos de Courrèges viviendo su gran momento de gloria.

Ahora, brillan de nuevo a ras de suelo en todas las siluetas del zapato posibles y prometen inundar los zapateros en masa gracias a las mil y una adaptaciones de las cadenas de moda rápida. Aquí, algunos de nuestros favoritos y una buena dosis de inspiración para perderles el miedo esta primavera:

Demostrado está que no solo de negro vive el zapato de salón. En Bershka lo encontrarás blanco con detalles transparentes. ¡Venga, valiente!

¿Por qué no… atreverse con estos botines blancos con volante incluido? Con unos vaqueros pitillo negros y una blusa tan extravagante como el calzado: volantes, volúmenes en las mangas. ¡Sin miedo! De Topshop.

La primavera de Stradivarius (con Blanca Padilla) no se resiste, tampoco a los botines blancos.

Si tuvieran manual de uso, estos zapatos planos de Mango pedirían a gritos ser combinados con vestidos vaporosos estampados. ¿Cuánto más se va a hacer de rogar el verano?